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Van por Bs 50.000: conozca las anécdotas, caídas y sueños de un grupo de cocineros emprendedores en concurso

Son 15 y cada uno tiene una historia que contar. Basta con escarbar un poco en sus motivaciones y salen a flote las anécdotas, las horas difíciles, pero sobre todo, las ga...

Son 15 y cada uno tiene una historia que contar. Basta con escarbar un poco en sus motivaciones y salen a flote las anécdotas, las horas difíciles, pero sobre todo, las ganas de salir adelante. Ellos son algunos de los finalistas del concurso Emprende Ideas en gastronomía, de la fundación de Samuel Doria Medina. Al final de este miércoles 15 de mayo se conocerá quién se lleva el 'gordo' de Bs 50.000 (son ocho premios en total, de diferente monto).

¿Qué tienen en común? Son gente anónima, pero también emprendedora. No quieren buscar trabajo, sino poner su propio negocio. 

Esta vez el concurso anual de Emprende Ideas se enfocó en la gastronomía, en octubre se convocó a puestos callejeros de comida, food trucks y restaurantes. Se presentaron 2.424 competidores en total.

Esta nueva cruzada de búsqueda de talentos desveló algunas variables, como que el negocio de la comida es mayoritariamente femenino. "Dos tercios son mujeres", reveló Samuel Doria Medina. 

El empresario en persona visitó los nueve departamentos en busca de los elegidos. La base del concurso requería que los emprendimientos sean representativos de su región, que puedan innovar y modernizar la forma de elaboración y presentación. Y lo más importante: cocinan muy bien y son creativos.

Haber perdido el gusto y el olfato por el covid no la detuvo

Teresita Andrea Moro (40) no pudo asistir a la final del concurso en La Paz, su cardiólogo le dijo que desista y renuncie debido a que no iba a soportar la altura, pero ella no sabe rendirse. Nació sin la conexión de la vena aorta con el corazón y cuando apenas tenía cuatro meses de nacida toreó la adversidad sobreponiéndose a una cirugía de corazón abierto en Brasil. Así que esta vez cocinó y defendió su proyecto por Zoom.

Cuando empezaba su recorrido por el mundo de la gastronomía y apostaba todo al servicio de bufet, le hicieron un pedido de patasca para 100 personas, nunca antes había preparado ese delicioso caldo oriental y mirando tutoriales en internet se embarcó 15 horas en la cocina hasta que salió una patasca  espesa, en su punto y con suficiente carne.

Teresita lloró de la emoción cuando supo que estaba entre los 15 finalistas, armó una pancarta y se fue a recoger a sus hijas al colegio diciéndoles: "¡lo logramos, calificamos!". Así que ahora solo aguarda con fe que esos Bs 50.000 sean depositados en su cuenta hasta mañana. ¿Qué haría con el premio? "Cerrar mi cocina", es lo primero que planifica.

A este punto de la conversación con El Deber ya está emocionada, y llora solo de recordar lo que sintió tras haber quedado, primero entre los 100 finalistas, y luego entre los 15.

Su más reciente victoria fue no haber decaído frente al covid. Perdió el gusto y el olfato, pero no las ganas y el empuje para seguir cocinando y generando más para su emprendimiento, B&R Gourmet (son las iniciales de los nombres de sus hijas, Belén y Renata).

La mujer autodidacta en la cocina, con el empuje de sus hijas, su madre y su suegra, que empezó con un pedido de majadito y rapi al jugo para 15 personas, con apenas dos ollas, dos bandejas y muchos tapers con tapas de distintos colores, no iba a frenarse por haber perdido los dos sentidos claves para la sazón y el buen sabor. Asistida, como siempre, por las mujeres de su vida, siguió cocinando, guiada por ellas para no pasarse de sal o de azúcar. 

Hoy, ocho años después de haber empezado su aventura, ha recuperado en gran medida sus sentidos, pero todavía falta un poco. Lo que no faltan son ganas y estas son contagiosas.​​

"Hay días que no se va a vender ni un solo plato, pero hay que sacudirse y seguir para adelante"

Mario Quimey Alrcón (29) es de Camiri y se nota. Cada vez que puede lo saca a relucir, también tiene el dejo cantadito en la voz y en especial, tiene la sazón. Es el único concursante especialista en parrilla, su emprendimiento se llama La sucursal del cielo.

"La gastronomía la llevo en la sangre, no tengo estudios, pero ya he dictado cursos a grandes y a niños. Mi madre sabe cocinar muy bien para eventos y mi papá es espectacular en la parrilla. La mezcla de ellos dos tuvo algo que ver conmigo", expresa orgulloso.

Estuvo trabajando en Incahuasi X3 durante la pandemia y una vez terminó el proyecto invirtió su finiquito en comprar parrilla, sillas y mesas. Primero hizo salteñas, pero era muy difícil para encararlo él solo, luego se decidió por las k'jaras, pero los vecinos lo copiaron y la competencia no lo dejó crecer.

Para un Día de la Madre, hace dos años, hizo un chancho a la cruz con la ayuda de su padre y se vendió todo. "Entonces me dije, esto no me van a poder copiar, esto es gastronomía del Chaco".

Sobre el concurso, recuerda que cuando se postuló eran casi 3.000. Antes de Navidad supo que fue seleccionado entre los 100 primeros, para entonces se alegró, pero también se propuso no hacerse ilusiones.

La buena nueva de que estaba entre los 15 seleccionados lo tomó por sorpresa, estaba comiendo un choripán en Caminito (Argentina). "Cuando recibí la llamada informándome que estaba entre los 15 seleccionados me puse tan feliz que celebré en público y los que estaban a mi alrededor, sin conocerme, también se alegraron. Había sido contagioso el celebrar".

Para la prueba final el martes por la tarde cocinó para el jurado. Se llevó a La Paz todas las proteínas: el cordero de Camiri, también la carne de vaca, de cerdo, corazón y tripa. Los presentó asados.

"Me adapto a todo, el chaqueño no se corre de nada. Soy el único que se está presentando con parrilla", cuenta animado, enfocado en aprovechar ese aspecto diferenciador.

Si se gana alguno de los premios en efectivo en lo primero que quiere invertir es en tener un poco más de comodidad en el patio de su casa para que la gente pueda comer allí.

En su domicilio, que consiste en una hilera de habitaciones construidas contra la pared, y un gran patio a la sombra de algunos árboles de mango, donde tiene encerrada en calaminas una cruz para el chancho al palo, Mario persigue sus sueños. Cocina a pedido, y también asiste a eventos para preparar sus delicias en vivo y en directo.

Es un testigo fiel de que si se cae, se puede levantar, incluso alzar vuelo. "No se dejen caer, emprender es difícil, hay días que no se va a vender ni un solo plato, pero hay que sacudirse y seguir para adelante", dice mientras recuerda que una vez cocinó, hizo publicidad por todos lados y no vendió nada

"Eran las 16:00 y no vendimos ni un solo plato. No vino nadie y con mi novia nos sentamos y comimos dos semanas de ese chancho. Así uno aprende y si te dejás caer por la primera oleada, no vas a aguantar en esto, hay que persistir en tus sueños hasta alcanzarlos".

Teresita y Mario son los únicos representantes de Santa Cruz, en breve, les presentamos las historias de los emprendedores y soñadores de los otros departamentos. Ya estamos 'cocinando' sus historias.

Noticia en desarrollo...

Fuente: https://eldeber.com.bo/pais/van-por-bs-50000-conozca-las-anecdotas-caidas-y-suenos-de-un-grupo-de-cocineros-emprendedores-en-con_368179

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