El desborde del río Acre, que puso en zozobra a pobladores de Cobija y otras comunidades, despertó la solidaridad y apoyo a esta región, por parte de autoridades nacionales y de otros departamentos. El Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi) no fue la excepción. Firmó un convenio para apoyar a la comuna pandina.

El acuerdo tiene como objetivo fortalecer la gestión de cuencas en la región, promoviendo el intercambio de experiencias y la colaboración en la mitigación de fenómenos naturales, afirmó la comuna pandina en sus redes sociales. El acuerdo se firmó la semana pasada.

Este lunes, el director del Searpi, Luis Aguilera, indicó que en 2019 el proyecto, ya fue propuesto, pero que no se ejecutó. “Hemos vuelto con una mejoría y actualización del proyecto”, dijo a medios cruceños. La convenio se firmó con la alcaldesa, Ana Lucía Reis.

De acuerdo a Aguilera, el costo de obras en esa región será de unos 10 millones de dólares, pero que es viable realizarlo por fases. “Existe temas de reforestación, enseñarle reciclaje a los comunarios y socialización del cambio climático”, agregó. El plan es integral para evitar que en un futuro los pandinos no sufran, las consecuencias de las riadas y desbordes.

El cruceño sostuvo, que el proyecto será puesto en conocimiento de la Cancillería de Brasil, porque el Acre es un límite natural y las consecuencias por desborde afecta a ambos lados. Brasileia y Epitaciolandia, en territorio brasileño, mientras que en Bolivia está Cobija y Bolpebra.

Lo más importante es concienciar a la población y evitar la deforestación. No destruir los bosques de las riberas y botar palos a los río, porque además de dejar sin defensivos a los pueblos, obstaculiza el desplazamiento de las aguas.

La alcaldesa de Cobija destacó el apoyo del Searpi, por su profesionalismo y experiencia en el manejo de cuencas. Ambas autoridades realizaron una inspección a las zonas más críticas de la ciudad, donde identificaron los puntos a trabajar.

Los pobladores de Cobija sufrieron por el desborde histórico del Acre, que alcanzó más de 17 metros, un nivel histórico. Anegó más de ocho barrios y afectó a cientos de familias, que fueron albergadas en coliseos.