En fecha 1 de mayo ocurrió un accidente de tránsito en las proximidades de la población de Río Grande, que ocasionó la muerte de Sandra T., dejando dos niños de 5 y 12 años en orfandad.

De acuerdo a la denuncia de los familiares, el día del accidente el conductor del vehículo siniestrado conducía bajo los efectos del alcohol, información que se habría ocultado por los investigadores del caso. Aseguraron que se realizó el test de alcoholemia al conductor después de nueve horas del accidente, y aun así, la prueba dio como resultado un grado de 0,24 “positivo” en cuanto al nivel de alcohol en la sangre. Indican, además, que el fiscal de materia no tomó en cuenta estos resultados, favoreciendo de esta manera al conductor.

Estas y otras irregularidades dan a entender a la familia de la víctima, que se presenta hechos de obstaculización en la investigación y favorecimiento al autor del accidente.

Señalan también que familiares y comunarios de Santiago Chuvica están indignados por las acciones que asume el fiscal de materia en el caso, puesto que favorecen al conductor del vehículo. En la denuncia pública, se involucra también de forma indirecta al propietario del motorizado y a la clínica San Pablo.

Los familiares piden que las autoridades que actúen de manera correcta, que la calificación jurídica para el conductor del vehículo, sea con agravante (que se tome en cuenta el test de alcoholemia) como corresponde según la normativa legal. Exigen esclarecer el caso, ya que consideran que el accidente de tránsito fue por irresponsabilidad absoluta del conductor, de modo que se sancione a los autores del hecho de acuerdo a ley, para otorgar justicia a la víctima y sus familiares.